Entrenamiento por Armadura sapuri acuario

HE VENIDO DESDE UNA LEJANA TIERRA LLAMADA SIBERIA, DONDE TODO LO QUE ME RODEA, ES FRÍO ABSOLUTO Y ETERNO.

POR CONSIGUIENTE NO HAY NADA MÁS EN MÍ QUE UN CORAZÓN FRIO, CONGELADO BAJO UN ATAUD DE HIELO INDESTRUCTIBLE.

NO HAY NADA QUE ME HAGA REÍR, LLORAR O SUSPIRAR, PORQUE ESTE CORAZÓN NO SIENTE NADA, AUNQUE SI PASA ALGO A LA GENTE QUE ESTIMO, O LLEGAN A HACERLE DAÑO, MI COSMO SE ELEVA HASTA EL SÉPTIMO SENTIDO, DE TAL MANERA QUE ES IMPOSIBLE QUE ALGÚN GUERRERO PUEDA DETENERME.

SOY DE CARACTER APASIBLE, PERO SI ALGUIEN SE ATRAVIESA EN MI CAMINO CON LA INTENCIÓN DE HACERME POLVO, LO ATACO CON MI MAXIMO COSMO, SIN IMPORTARME LAS CONSECUENCIAS DE LO QUE PASE CON ESE INDIVIDUO.

HE VENCIDO A RIVALES MUY PODEROSOS E INCLUSO LIBRADO A LA MISMA MUERTE, AUNQUE SÉ QUE A LA OTRA NO CORRERÉ CON LA MISMA SUERTE. INCLUSO ESTOY DISPUESTO A DAR MI VIDA POR AQUELLOS QUE QUIERO Y QUE SIEMPRE ME HAN APOYADO Y ALENTADO EN MOMENTOS DIFICILES.

A PESAR DE SER TAN FRIO EN APARIENCIA, SOY DE CARACTER CÁLIDO, Y ESO MUCHA GENTE LO SABE. POR ESO NO LES SORPRENDE QUE TENGA ESTE CARACTER.

LA VIDA ME HA DADO MUCHAS LECCIONES, PERO HOY QUIERO APRENDER MÁS. QUIERO APRENDER A CONTROLAR ESTE GRAN COSMO QUE TENGO, Y ELEVARLO A LIMITES INCALCULABLES.

QUIERO LA ARMADURA DE ACUARIO, SER MERECEDOR DE ESA ARMADURA, QUIERO SER ENTRENADO POR USTED MAESTRO ARKANGEL.

SIN ESA ARMADURA NO TENDRE LA FUERZA SUFICIENTE PARA PROTEGER A TODOS AQUELLOS QUE ME HAN BRINDADO SU APOYO Y PROTECCIÓN. A PESAR DE TODO ESTE COSMO QUE PUEDO ACUMULAR.

POR FAVOR ENTRENEME, QUIERO SUPERAR MIS PROPIOS LÍMITES

ARCÁNGEL, DISCULPA MI DEMORA. ME ESTOY COMUNICANDO CON TELEPATÍA. JEJE CREO QUE NO TE MENCIONÉ QUE PUEDO HACER ESO. EN ESTE MOMENTO ESTOY PELEANDO CONTRA ANUBIS MI CAMINO FUE LARGO Y TORMENTOSO. PERO ESTOY A PUNTO DE LOGRAR MI MISIÓN. POR FAVOR DAME UN POCO MÁS DE TIEMPO. LOGRARÉ VENCER A ANUBIS Y LLEVARTE LA PIEDRA DE LAS RUNAS. AGUANTAME UN POQUITO MÁS, MI COSMO SE HA ELEVADO POR LAS BATALLAS QUE HE TENIDO Y SOLO NECESITO UN POCO MÁS DE TIEMPO. TE EXPLICARÉ MÁS ADELANTE TODO LO QUE TUVE QUE PASAR.

He cumplido mi misión, todo ocurrió de esta
manera:





Salí rumbo al Norte para vencer a Anubis y
traer la piedra de las runas. Mi objetivo era clara y sabía que mi camino iba a
ser complicado, sin embargo solo 3 semanas me dio mi maestro para lograr mi
primera misión. Debía tener esa armadura a toda costa para defenderme de los
futuros peligros que acecharían a la gente que quiero, y Arcángel sería la
persona ideal para darme un entrenamiento feroz que elevaría mi cosmo al máximo
nivel.


No debía de perder el tiempo así que salí
rumbo al Noroeste, con tal de traer la piedra de las Runas y así cumplir mi
misión.


En mi camino se atravesaron diversos
obstáculos, entre ellos, el ejército de Anubis


La leyenda dice que hace mucho tiempo, Anubis
era el Dios egipcio que guiaba las almas al otro mundo “Duat”, dentro de las
creencias egipcias.


Hace muchísimos años, en los tiempos
antiguos, los Dioses egipcios vivían en paz, y llevaban el mundo a la prosperidad. Dicha
prosperidad se encontraba en el brazalete de Osiris, el magno Dios egipcio. Sin
embargo, un día, este brazalete fue robado por Anubis, que también era conocido
como el amo y señor de la muerte, y el Dios de la Guerra, concentrando su poder
infinito en el mundo. Los antiguos Dioses unieron sus fuerzas, y en la “Batalla de los Dioses”
derrotaron a Anubis hasta encerrarlo en el inframundo. Anubis promete vengarse
y adquiere la identidad del “Chakal Negro” o “Gran Chakal”.


Anubis designó a un semi-Dios en la tierra:
Rhaj. Los poderes de este guerrero eran casi nulos, pero el era el encargado de
revivir a Anubis, y liberar su gran poder, para comenzar una nueva guerra y
vengarse de aquellos que lo habian vencido.


Anubis se dio cuenta que el brazalete de
Osiris ya no era prioridad y que la piedra de las runas, le daría mayor poder
que el brazalete pudo haberle otorgado. Rhaj, después de intensos años de
busqueda logra encontrar la piedra de las runas, y se la entrega a su amo, con
el cuál éste recupera su poder, y crea el poderoso ejército de Anubis, al cuál
debo derrotar para llegar a él. Después de haberlo revivido, Rhaj muere a manos
del poderoso Anubis, y éste prepara su venganza.


Este ejército está dirigido Seth, Horus y
Sokar tres de sus subditos más fuertes, y conocidos como los generales del
ejército de Anubis.


Mi camino comienza dirigiéndome en el
inmenso frío Siberiano, rumbo al Norte. Me parecía extraño que estos
individuos, siendo de un clima extremadamente caluroso, hayan podido llegar a
estas tierras heladas, y poder asentarse aquí sin problema alguno. Aunque
después descubriría las razones por las cuales llegaron hasta acá.


Sus armaduras fueron “bendecidas” por el
mismo Anubis, después de volver a la vida, y dichas armaduras les impiden
sentir el extremo frío de esta zona.


Después de ello me dirigí al norte, cuando
en mi trayecto sentí un gran cosmo, y me dirigí a ver que pasaba.


Cuando logré llegar al lugar,
inesperadamente me encontré al coronel Geb, quien era nada más y nada menos que
el padre de Seth.


Se encontraban vigilando uno de los puntos
principales de la entrada al reino de Anubis.


Quise llamar su atención para lograr entrar
al territorio, así que les lancé un ataque básico de los caballeros de cristal.


-“POLVO DE DIAMANTE”


El ataque congeló una parte de la fortaleza
de Geb. Había logrado mi propósito.


De inmediato, soldados de Geb se acercaron
a mi.


-¿Quién eres? ¿Quién te crees, para haber
hecho esto?


-No vale la pena que les diga mi nombre,
porque en este instante los haré pedazos a todos y cada uno de ustedes, así que
no tengo tiempo que perder.


-Todo aquel que se atreve a entrar aquí
tendrá como recompensa la misma muerte.


-¿En serio?- respondi en un tono
sarcástico.-No me hagan reír, insectos.


-¿qué?


Justo cuando
empezaron a atacarme, concentré mi cosmo y lancé


-“RAYO DE AURORA”


Todos los soldados quedaron como estatuas
de hielo que se despedazaban conforme el tiempo pasaba.


-“Ja. No me digas que todos los soldados
tienen el mismo nivel. Esto será sencillo entonces.”


-“Eso crees tú”-respondió una voz
imponente.


Era el coronel Geb.


-“Los soldados a mi mando han caido, pero
no importa, porque de aquí no pasaras”. Dijo.


-¿Tú quién rayos eres?


-Soy el coronel Geb, bajo el mando del
Coronel Seth, y por lo visto eres un guerrero muy fuerte. ¿Quién eres? ¿Qué
haces aquí?.


-Fui enviado para que lleve conmigo la
piedra de las Runas. Mi nombre, no te lo diré porque no vale la pena que lo
sepas. En este instante vas a morir.


-¿Tú vas a matarme? No seas tonto. Eso es
imposible.


-Para mi no existen imposibles, y como no
dispongo de mucho tiempo, haré de este lugar tu tumba. Así que será mejor que
te prepares.


-Tienes un cosmo muy bajo.


-No me subestimes.


-EMBESTIDA DE OCAS!!!


-EJECUCIÓN AURORA!!!


Su embestida fue feroz, no lo pude soportar.
Hubo una gran explosión y desupués ya no supe de mí, solo lo escuché decir:


-Este individuo es muy fuerte!!! Ojalá mi
hijo no se encuentre con él.


Me mantuve inconsciente, cuando desperté.
Me topé con Seth.


-Espero estes bien. A pesar de que
derrotaste a mi padre. No perderé contigo. Antes de que me enfrentes, sacaré tu
corazón y te mandaré al lugar que mereces.


-¿Quién eres?- Pregunté


Soy Seth, hijo de Geb. Aunque honestamente
que bueno que mataste a mi padre. Era un viejo estorbo que no servía para nada.
Soy uno de los tres generales del ejército de Anubis. Mi nombre es Seth.


-SETH!!!


Bueno que importa mi nombre. Ahora es tu
turno de morir Kamus.


-BALANZA DE JUSTICIA DIVINA!!!


Sentía que mi corazón salía de su sitio.


-¡¡¡Qué rayos es esto!!! Mi corazón se sale
de su lugar.


-Jajaja. Ahora tu corazón será enviado a
Anubis para hacer justicia.


Mi corazón salía de su sitio sin embargo,
escuche las voces de todos a los que quiero diciendo que no me dejara vencer.


Una vez más y sin podermelo explicar
todavía, mi cosmo se elevó a su máximo poder.


-¿Q..Q.Q….Que rayos pasa?


-Este corazón aun tiene una misión que cumplir.
No permitiré que salga de su sitio…


¡¡¡PROTECCIÓN DE ACUARIO!!!


Una barrera de hielo me rodeó, impidiendo
que mi corazón fuera sacado de su sitio.


-Eso estuvo cerca Seth. Ahora es mi turno
de atacar.


-¿Por qué?¡Por qué?. ¿Cómo rayos detuviste
mi ataque.


-Tengo una misión que cumplir. No moriré
sin haberla cumplido.


Tenía muy poca
energía


-¡No importa de todas maneras te convertiré
en polvo! Veamos si puedes detener esto.


¡¡¡TORMENTA DE ARENA!!!


-AURORA BOREAL


Dos grandes energías chocaban entre sí. El
cosmo que se desprendia era de grandes proporciones, sin embargo, toda la
energía que sentía acumulada en mi cuerpo hizo que mi cosmo se incrementara.


De pronto vi una gran explosión. Sin
embargo Seth seguía vivo, mas muy malherido.


-¿De donde rayos salió un caballero con
semejante poder?. Muy bien. Prepárate Kamus, de esta no saldrás vivo.


Al igual que él yo estaba maltrecho. Pero
con energía suficiente para pelear…


-Muere Kamus…


¡¡¡DUNAS INFERNALES!!!


-No te permitiré ganar, me escuchaste Seth…
no lo permitiré!!!


¡¡¡EJECUCIÓN AURORA!!!


Al igual que
antes, sentí un gran choque de cosmos


-Por todos los que quiero, por todos
aquellos a los que defiendo, por aquellos que me han protegido… por ellos
ganaré. Explota cosmo hasta el máximo nivel!!!


-No ganarás… no dejaré que me ganes.
Noooooooo!!!!


De pronto el cosmo de Seth se esfumó y yo
cai malherido.


Desperté bajo el inmenso frío rodeado por
los escombros de la batalla.


-Debo continuar, a pesar de lo maltrecho
que estoy. No puedo dejar mi misión interrumpida, debo cumplirle a Arcángel,
debo llevar la piedra que me pidió.


Seguí caminando. Era como si en verdad
supiera a donde iba a pesar de que no sentia ir a algún lado.


Algo me inquietó, era un cosmo muy grande,
y yo con la poca energía que tenía… seguí caminando. De pronto una gran
cantidad de soldados me rodeaba.


-¿Otro ejercito? Rayos y yo con tan poca
energía.- dije- ¿Quiénes son ustedes?


-Somos subditos del general Horus.


-¿¿Horus??. ¿Apoco lo enfrentaré tan
pronto?


-No te permitiremos pasar Camus.


Ante tan poca energía se me ocurrió una
idea. Dejaría que los soldados de Horus me llevaran directamente con él y así
lograría vencerlo directamente.


-¿Qué piensan hacerme?


-Te mataremos y dejarás de causar estragos.


-Les propongo algo mejor.


-¿Qué?


-Llevenme con Horus. A lo que yo tengo
entendido El guía las almas al paraíso donde deben morir. Por favor… les
suplicó llevenme con él. Quisiera morir en sus manos.


-Jajajaja. Este tonto quiere que el mismo
Horus lo mate. Muy bien. Cumpliremos tu deseo.


Aunque esto sonaba deshonroso para alguien
como yo, la vi como una salida más rápida para enfrentar a Horus directamente,
sin perder el tiempo que en ese entonces corría muy rápido.


Me deje apresar por los soldados de Horus y
me llevaron directamente con él.


Después de un tedioso camino, llegamos al
templo de Horus…Edfu


Por primera vez me topé con él Tenía la
armadura plateada en color azul.


-Gran Horus. Traemos a este individuo. Su
nombre es Kamus, viene del sur de estas tierras.


-¿Kamus? No me digas que fuiste tú quien
mató a mi hermano Seth.


-Asi es, y quiero que usted me haga sufrir
por todo lo que le hice a su hermano. No merezco esta vida. Imploro su perdón.


-Muy bien. Te guiaré al mejor lugar para
que descanses. ¡¡¡el infierno!!! Soldados. Dejenme a solas con este individuo.


Mi plan había funcionado.


Cuando la puerta se cerró, me levanté de
golpe y ataqué la puerta que se había cerrado:


-¡¡¡RAYO DE AURORA!!!


La puerta estaba totalmente congelada


-¿Qué haces?- cuestionó Horus


-Nadie entrará aquí Horus. Jaja que mal
plan. Tu propio templo será tu tumba.


-Acaso insinuas que vas a matarme, Kamus.


-Así es. Me ahorré el tiempo de matar a tus
generales y coroneles como lo hice con tu hermano. Por eso les pedi a tus
soldados que me trajeran directamente a ti. De los dos que me quedan, aquí
faltaría Sokar. PREPARATE A MORIR. Solo contestame una cosa. ¿El templo de
Anubis queda muy lejos de aquí?


-Cuando me venzas lo sabrás, ahora por
haber mentido a los Dioses te mataré.


-Ja. Quisiera verte intentarlo.


-Muy bien. No digas que no te lo advertí.-
Respondió Horus.


-ALAS CELESTIALES!!!


De pronto unas alas comenzaron a salir de
mi espalda, elevandome al infinito, y después haciendome azotar contra el
suelo.


.Ahora entiendes lo que es mentirle a un
Dios


-Ja. Eso no me importa. Llegaré con Anubis
cueste lo que cueste. Tú no vas a detenerme.


Horus con un gesto de enfado exclamó:


-No seas estúpido. Alguien como tú jamás
vencerá al gran Anubis. Si no logras pasar el templo de Horus, jamás lograrás
vencer a Anubis. Pensé que en verdad estabas arrepentido por habernos
deshonrado, ahora te mataré.


-He escuchado hablar de ti. Me dicen que
eres el camino verdadero a la inmortalidad. Que eres igual de compasivo, y que
hiciste milagros para ayudar a tu gente. Tal y como el Dios en el que yo creo.


-Jajaja. No me compares con otros. Soy
único, pero ahora es tarde como para arrepentirse…te mandaré al otro mundo por
tal deshonra.


-ALAS CELESTIALES!!!


Una vez más, las alas que me hizo aparecer
Horus me levantaron por los aires. Pero esta vez…


-¿Qué pasa? ¿Por qué no cae?


-¡¡¡RAYO DE AURORA!!!...


Al atravesarlo le expliqué lo que había
ocurrido


Tonto…una técnica que es aplicada contra un
caballero, no funciona dos veces


-Maldita sea.


-Vaya es decepcionante que uno de los tres
subditos de Anubis haya caido de la manera más vergonzosa.


-Durante mi caída atravesé tu cuerpo con mi
rayo de aurora. Ahora poco a poco te congelarás, hasta despedazarte. Creo que
la trampa funcionó. Ahora dime, ¿donde está el templo de Sokar?


-Búscalo por ti mismo. Jamás te lo diré.


-Con que no me vas a decir.


-¡¡¡EJECUCIÓN AURORA!!!


La ejecución aurora lo dejó al borde de la
muerte…


-¿Ahora si me dirás en donde está el templo
de Sokar?¿O quieres que tu temperatura disminuya antes de morir?


-Está muy ceerca de aquí


-Dime donde. Que tengo que preguntarle
muchas cosas.


-Eso descubrelo tú.


-Muy bien… si dices que está cerca,
entonces lo esta. Ahora que te he derrotado. Te enterraré.


¡¡¡ATAÚD DE HIELO!!!


Horus quedó atrapado para siempre en ese
ataúd. Aunque por algún motivo, sentí lástima por él. Sentí como si matara a mi
propio padre.


Salí del templo de Horus rumbo a Seti,
templo de Sokar.


Mi prueba más difícil vendría después.


El frío era muy fuerte, la tormenta de
nieve también. El frío por primera vez me calaba hasta los huesos y sentía que
no podía moverme.


Sentía que moría. Caminé hasta donde mis
piernas me dieron fuerza. Me caía de lo débil que estaba. Hasta que cai al
suelo inconsciente.


Al despertar, desperté en un acogedor
lugar. Era el templo de Seti. Yo sin saberlo, desperté de golpe. El tiempo se
acababa y no podia estar descansando, así que decidí investigar en donde
estaba. Arcángel me esperaba con la piedra de las Runas y no podía fallar en mi
primera misión.


-Rayos…este lugar es muy lindo. Pero tengo
que encontrar a Sokar. Debo llegar con Anubis lo antes posible.

Se me hacía extraño que no Sokar no tuviera
un ejército, a diferencia de Horus y Seth. De pronto un gran cosmo estalló por
todo el templo.


-Es inaudito. Este gran cosmo se siente en
todo el templo.


-Bienvenido a Seti, caballero.


-¿Quién está ahí? Muéstrate ahora mismo.


-Estoy justo frente a ti.


-¿Qué dices? Yo no veo nada.


-Eso es porque no tienes la ayuda de los
Dioses. Estoy justo frente a tus ojos.


-OK, …¡polvo de diamante!!!


-Ja Estoy frente a ti. Pero también a tu
izquierda, derecha, incluso detrás de ti. Mi espiritu te rodea. Estoy en
cualquier parte del templo.


-Maldito cobarde. Muestrate ante mí.


-Ja. Un extraño como tú no detendrá los
planes del señor Anubis. Y no necesito mostrarme ante humanos estúpidos como
tú.


-Un humano que venció a tu otro par de
compañeros.


-Jajaja. No me hagas reír. Quizá Horus y
Set se confiaron demasiado. Yo no caeré en la misma trampa que ellos.


-En serio. Eso mismo dijeron ellos. ¿Por
qué mejor no te apareces y acabamos con esto?


-Ya te dije. Estoy en cualquier parte del
templo. ¿Que acaso no recuerdas que Horus te dijo que me encontraras? Te he
observado desde que entraste a los aposentos de Anubis. Se perfectamente tus
formas de ataque. No tienes escapatoria.


-¿Acaso te crees omnipresente?


-Soy un Dios. No soy como en el que tú
crees.


-Muy bien entonces…


Concentré mi cosmo para encontrar a Sokar,
era la única manera de buscarlo.


-Ya te encontré insecto. Atrevete a
atacarme, sé perfectamente tu verdadera localización. No importa que jales mis
pies al inframundo. ¡Ataca!


-Muy bien. Hundete en el infierno Kamus. ..



¡¡¡Arenas movedizas!!!


El piso del templo se transformó en arena y
poco a poco me fui hundiendo en el templo, hasta caer en un profundo vacío.


La caída fue muy dura, pero al final,
estaba frente a frente Sokar.


-Al fin nos conocemos. Sokar.


-Que lastima que vengas de tan lejos para
fallar en tu misión. Se ve que admiras y
aprecias a tu maestro el Arcángel, pero no volverás nunca a él. Esta será tu
tumba, jamás permitiré que te lleves la piedra de las Runas que vigila el señor
Anubis.


-Jaja. ¿Quien dijo que tú ibas a vencerme?


-¿Qué? Vaya que si eres obstinado. Será un
duelo interesante.


-Es parte de mi entrenamiento. Debo
volverme más fuerte. Siempre lo he hecho. Cada batalla que tengo, me hace más
fuerte y esa fuerza se demuestra cuando exploto mi cosmo a su máximo nivel.


-Basta de juegos…te mandaré al otro mundo
para que Anubis te castigue.


-Genial. Me habrás evitado el tener que ir
a buscarlo.


-Ja. OK Eres un tipo gracioso. Ahora recibe
mi:


¡¡¡PUERTA DE LOS CAMINOS!!!


Un gran agujero se abrió ante mí y sentí
como poco a poco me fue arrastrando


-¿Qué está pasando? Mi cuerpo está siendo
absorbido. Nooo


Caí de un duro golpe.


Cuando desperté, me encontraba en una barca.


-Al fin despertaste Kamus.


-¿Donde estoy?


-Estás en mi barca “Henu”. Con ella te
llevaré a tu proximo destino…El señor Anubis.


Estaba tirado en la barca y rodeado de
cadenas, y serpientes que vigilaban mis movimientos.


-¿Y falta mucho para llegar?


.No. Solamente…agarrate muy fuerte.


Había una tempestad, y la barca se movía
mucho, y yo que le tengo pavor a las serpientes.


Después de un tempestuoso trayecto llegamos
a la costa. Las
serpientes se unieron en una sola y fusionandose con el henu, nos dirijimos rumbo
al Templo de Anubis. A través de la arena del desierto.


-Dime algo Sokar, ¿por qué me llevas
contigo? Y no trataste de matarme como los otros dos.


-Jaja. Te equivocas Kamus. Realmente estás
muerto.


-¡¡¡que!!!???


-Si no estuvieras muerto no podrías subir a
este henu. Ahora irás con Anubis para ser juzgado.


-No pude haber muerto.


-Jaja. Sé que liberaste la muerte hace
tiempo, pero esta vez no. Además te hago el favor de llevarte con Anubis, así
que no estés reclamando.


-Está bien.


Su comportamiento me parecía extraño. A
pesar de ser uno de los dioses que llevan a las almas a su destino y a pesar de
que la leyenda dice que es un Dios de carácter despiadado, me estaba tratando
de manera muy cordial.


-Llegamos al destino que tanto había
buscado… “El templo Run”


-Esta será tu última parada Kamus.


-Espera… ¿que acaso no vas a tratar de
impedirme llegar a Anubis?


-Jaja. Esa no es mi misión, yo ya hice lo
que tenía que hacer. Así que será mejor que el Gran Anubis se apiade de ti.


-Entonces…


-Yo solo me encargo de traer las almas al
Juicio de Osiris. Anubis se encarga del resto.


-¿El juicio de Osiris?


-El juicio de Osiris. Anubis extraerá tu
corazón y lo pondrá en una balanza, donde la pluma de Maat decidirá tu destino.



Si tu corazón es mas ligero que el Maat, irás
directamente con Osiris, sin embargo si tu corazon es más pesado, sufrirás un
infierno eterno.


Mi misión se complicó
más. Ahora estaba muerto, tenía que enfrentar cara a cara a Anubis, y sus
esqueletos y encontrar una forma de revivir para llevar la piedra de las dunas
a Arcángel.


-Entonces ¿no tengo que
derrotarte?


-No. Es más si sales con
vida te rescataré de Osiris para evitar que se cumpla su voluntad.


-¿Atentarás contra tus
dioses?


-Mira Kamus. Tú aún no
mereces morir. Quizá en un futuro te vuelva a encontrar, pero este no es el
momento.


-Gracias.


Llegamos. Estaba frente
al tribunal de Osiris.


De pronto dos inmensas
puertas se abrieron, estaba Anubis ahí.


-Un momento…¿Por qué
Anubis está aquí?, el traicionó a los Dioses.


-¿Qué?


-Anubis desencadenó la
guerra de los dioses, el no puede estar de lado de Osiris. El lo traicionó. ¿Por
qué después de tal afrenta sigue aquí?


-Eso no lo sabía. Ahora
que has hecho esa confesión. Te juro que si sales con vida, te llevaré de
regreso a tu mundo.


-¿Hablas en serio?


-Así es.


-Trato hecho.


Así con transporte seguro
de regreso a la vida. Me
encaminé a enfrentar a Anubis.


De pronto, Osiris habla:


-Se abre el juicio de
Osiris. Kamus, aprendiz de Arcángel y muerto hace 5 horas. ¿Cómo te declaras?


-Inocente.


-¿Cómo te atreves a
declararte inocente en este juicio?


-Porque yo no he hecho
más que defender a todos aquéllos que me han protegido, y peleado por ellos.


-Anubis. Pesa su corazón
ahora mismo.


-Bien.


-Antes, Osiris, dejame
hacer una confesión.


-Adelante… habla.


-Que acaso no recuerdas
que Anubis te traicionó y que con ello desencadenó una guerra fatal. Recuerdalo
tu peleaste contra él y lo condenaste a vivir en el infierno.


-No recuerdo tal
aseveración.


-Vamos haz un esfuerzo…
¡¡¡Anubis es un traidor!!!


Anubis estaba callado y
quieto, no decía ni una palabra.


-¿Vamos Anubis, porqué no
confiesas de una vez?


-OK. Si eso es lo que
quieren Arcángel y tú, su joven aprendiz, entonces.


El cosmo de Anubis se
elevó en el templo de Osiris, dispuesto a reiniciar la guerra.


-¡¡¡¿Qué demonios haces
Anubis?!!! Detente. -Expresó Osiris


-Ya estoy harto de tus
ordenes Osiris, es hora de que yo domine a los Dioses.


-¿Qué?


-BALANZA INFERNAL.


Todos los que se encontraban en el juicio
se hallaban dentro de la balanza de Anubis.


-Kamus, ahora tu deberás salvar a todo un
jurado jajaja. Pero antes debes vencer mi inmenso poder. Ahora tengo la piedra
de las Runas, y ni tú…aprendiz de Arcángel, no lograrás quitarmela. Es más mi
ejercito acabará contigo.


Anubis escapó hacia su tumba.


-Descansaré y después te haré polvo.
Soldados, haganlo sentir un verdadero infierno.


El ejercito de Anubis se ordenaba, listo
para atacarme.


-No se interpongan en mi camino, mi único
objetivo es derrotar a Anubis. Les dije mientras concentraba mi cosmo en un
solo punto.


-Te retamos a que lo intentes.


-Ustedes no son más que simples esqueletos.
¿Que pueden hacerme?


-Ataquemos a este insolente.


Los soldados se abalanzaron contra mi.


-¡¡¡RAYO DE AURORA!!!


Me costaba trabajo vencer con un solo
ataque a todos los esqueletos de Anubis, porque queria guardar mis mejores ataques
para vencer a Anubis.


-Rayos, Anubis estará observando la
batalla, y como un ataque no funciona dos veces contra un caballero, no lograré
hacerles nada. El sabrá mis ataques. Pero no me queda más remedio.


Los esqueletos de Anubis me hicieron retroceder,
eran demasiados, y justo cuando me empezaban a acorralar. Tras de mi había una
columna.


Decidí impulsarme y escalarla. Justo cuando
llegue a la cima. Una
vez más concentré mi como al máximo nivel y desde la altura de dicha columna me
disponía a atacar,.


-Los encerraré a todos de una vez por
todas.


-¡¡¡PRISIÓN DE HIELO!!!


Poco a poco encerré a todos los esqueletos
de Anubis, en un solo lugar. Era difícil que escaparan.


-Ahora los hare polvo, malditas basuras…los
destruiré con


-RAYO DE AURORA!!!


Una enorme explosión hizo que los
esqueletos de Anuibis quedaran despedazados y de paso congelados.


Ahora tenía que ir a buscar a Anubis.


Me adentré a los aposentos del gran Dios
Anubis. Lugar donde estaba su tumba.


-Sal de donde estás bastardo. Ahora mismo
te haré polvo, no tengo tiempo que perder, más bien mi tiempo se está agotando.


-Así que tú eres Kamus, áquel que vino
desde el sur para acabar con todos nosotros. Habrás podido vencer a mis súbditos,
pero yo, soy diferente. No te tendré compasión. Te venceré.


Anubis estaba sentado bajo un pilar. En la
punta de ese pilar estaba la piedra de las Runas que debía llevar a mi maestro
arcángel.


-Dime Anubis, ¿esa es la piedra de las runas
capaz de liberar a las bestias que habitan este lugar?


-Efectivamente joven aprendiz de Arcángel.


-¿Cómo rayos sabes quién es mi maestro?


-Soy un Dios lo olvidas. No podrás jamás
vencer a un Dios. Mira me estoy cansando de ti. Cuando acabe contigo nada ni
nadie podrá detenerme.


-No me importa que seas un Dios, me he
vuelto más fuerte a comparación de cuando entré. Vengo por esa piedra, y tú no
lograrás detenerme.


-Muy bien…


¡¡¡BALANZA DE JUSTICIA DIVINA!!!


-PROTECCIÓN DE ACUARIO.


-¿Qué?


-Jaja. Olvidas una regla importante. Un
caballero no puede ser atacado con una técnica que ha visto ya.


-Muy bien entonces.


-¡¡¡EMBESTIDA DE CHACALES!!!


-¡¡¡POLVO DE DIAMANTE!!!


De pronto la embestida me dañó.


-Jaja. Entiendelo humano. No lograras
ganarme.


-Esa embestida fue muy rápida. No alcancé a
esquivarla. Muy bien. Recibe mi:


-¡¡¡AURORA BOREAL!!!


-PROTECCIÓN DE RA!!!


-¿Qué demo…? Creo que esa barrera es
incluso más fuerte que mi muro de hielo.


-Muere Kamus…¡¡¡DESTRUCCIÓN DESÉRTICA!!


Su ataque me impactó en una de las paredes
de dichos aposentos.


-Maldito insecto. OK Aun asi… no lograrás
derrotarme.


-Eres un obstinado al revelarte contra los
dioses. Te mataré por tal actitud


-¿Cómo? Tu balanza de justicia no tiene
efecto contra mi. Será mejor que te rindas, con ese nivel tan bajo no me
derrotarás.


-Vaya que eres alguien que no respeta ni a
su propio Dios.


-Te equivocas… yo no respeto a falsos
dioses como ustedes.


-Cállate… Muere bajo mi:


¡¡¡LIMBO INFERNAL!!!


-¡¡¡ESPEJO DE HIELO!!!


-No lograrás vencerme. Este espejo es
irrompible y lo mejor es que puedo reflejar tus ataque, así que el que se irá a
ese limbo serás tú…¡¡¡REFLEJO!!!


-No, no … es imposible que un humano
derrote a un Dios NOOOOOOO!!!!


-¡¡¡Muere Anubis!!!


Anubis moría bajo su propio ataque
reflejado en mi espejo. Sin embargo lo que no había previsto es que la piedra
de las runas también estaba siendo absorbida.


-No. La piedra también está siendo
absorbida, ¿pero que hago?


Mi tiempo estaba casi casi en el límite. Y
tuve que tomar el riesgo.


Salté entre el limbo y el propio Anubis a
pesar de que estaba siendo reflejado y absorbido yo también.


La piedra se soltó de su sitio y en un
intento por evitarlo, atrapé la piedra de las runas antes de salir de ahí. Ahora
era cuestión de evitar ser absorbido.


-Lo siento Anubis. Fuiste un caballero muy
fuerte. Ojalá realmente vuelvas a ser el Dios que eras antes.


-¿Qué tonterías dices Kamus… no ves que tu
reflejo hará que vengas conmigo al infierno?


-Claro que no…¡¡¡PROTECCIÓN DE ACUARIO!!!


-No no nooooooooo


Anubis murió absorbido por su propio limbo.


-Al fin terminó esto


-No aun no.


El templo de Osiris se caía a pedazos sin
embargo aun tenia que rescatar a Osiris y sus jueces, que habian sido
encerrados por Anubis.


-Muy bien Osiris… los sacaré de aquí…


-¡¡¡POLVO DE DIAMANTE!!!


Inmediatamente se rompió la balanza donde
Anubis los habia atrapado.


-Gracias guerrero Kamus por salvarnos.- Me
dijo Osiris.


-Luego me agradecen ¡corran! este templo
colapsará en cualquier rato.


Corrimos y al final, a mis espaldas el
templo quedo hecho polvo por el impacto de los cosmos de Anubis y el mío.


Osiris me dijo:


-Gracias. Tú me hiciste ver la traición que
Anubis me hizo por mucho tiempo. Tu has logrado la paz en nuestro mundo y ojalá
los dioses te protejan.


-Jaja. Solo creo en un solo Dios, pero…aun
así gracias.


Me despedi de Osiris y sus jueces.


De pronto oi una voz que me dijo


-Rápido Kamus… tu tiempo se agota. Te
llevaré a tu destino.


Era Sokar. Quién me esperaba en su barca.


-Gracias Sokar-le dije- no hay tiempo que
perder.


-Entonces no te preocupes. Esta barca
parece ser lenta y sentirás que vas muy lento sin embargo llegaremos en un
santiamén. Jajajaja.


En efecto el tiempo me pareció eterno y cuando
llegamos le pregunté:


-¿Cuánto tiempo hicimos?


-Solamente 5 minutos. Esta puerta te llevará
de regreso a la vida.


-Qué rápido… Bueno…Muchas gracias Sokar. Siempre
te recordaré, a pesar de que no te venere.


-Cree solo en lo que tu corazón te diga. Y
ahora corre al cruzar esa puerta regresarás a la vida.


Una especie de portal estaba frente a mi. Y
al final me dispuse a cruzarlo.


De pronto no supe de mi.


Solo desperté en el lugar que donde había
comenzado mi camino en los territorios de Anubis.


-Rayos debo regresar al sur, a entregar la
piedra de las Runas a mi maestro el Arcángel.


Me va a matar por haberme tardado más de la cuenta. Solo espero
que haya escuchado mi mensaje justo cuando iba a iniciar mi batalla contra
Anubis.


Corrí hacia el norte, pero a diferencia del
inicio, esta vez el frío era menos inspoprtable.


Y aquí estoy Arcángel. He cumplido mi misión.
Tengo en mi poder la piedra de las Runas.